Una de las mejores cosas que trae consigo la llegada del otoño es que es la época de la calabaza, el color, el aroma y el sabor de la calabaza son característicos de está época del año y a mí personalmente me encanta.
La calabaza se usa tanto para recetas saladas como para recetas dulces, a mí me encanta en bizcochos, magdalenas, galletas etc…..
Estás cookies que te enseño a preparar son una locura, un bocado tierno cargado de sabores otoñales, que tras dar el primer bocado querrás arrasar con todas!
¡Os encantará!
(Salen 15 cookies aproximadamente)
Ingredientes:
300 grs. de harina de trigo.
200 grs. de azúcar moreno o panela.
115 grs. de mantequilla a temperatura ambiente.
50 grs. de puré de calabaza asada (puedes ver la receta aquí).
80 ml. de sirope de arce.
½ Cdta. de bicarbonato de sodio.
2 Cdtas. de plumpkin pie spice (si no lo encuentras puedes hacerlo en casa echando en un botecito 8 Cdas. de canela molida, 2 Cdas. de jengibre molido, 1 Cda. de clavo molido, 1 Cda. de nuez moscada molida y 1 Cda. de cardamomo molido, mezclar hasta integrarlo todo).
80 grs. de nueces pecanas troceadas y algunas más para decorar.
50 grs. de pepitas o chips de chocolate blanco y algunas más para decorar.
Preparación:
Batimos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar hasta conseguir una crema cremosa.
Añadimos el sirope de arce junto con el puré de calabaza y batimos hasta integrarlos.
Tamizamos la harina junto con el bicarbonato y las especias, agregamos a la mezcla y batimos a la velocidad más baja que tenga la batidora hasta integrarlos.
Añadimos las nueces troceadas junto con las pepitas de chocolate y mezclamos hasta repartirlas por toda la masa.
Tapamos con papel transparente (film) y metemos en la nevera 1 hora.
Pasado el tiempo, sacamos la masa de la nevera y hacemos bolas de 40 a 45 gramos, las ponemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear, separadas entre ellas de 8 a 10 centímetros, las aplastamos un poco, le damos forma redonda y decoramos con las nueces troceadas y las pepitas de chocolate blanco.
Metemos en el horno precalentado a 160° grados, 15 minutos.
Sabremos que están hechas cuando se pongan mate y se empiecen a dorar por los bordes.
Sacamos del horno y dejamos reposar la bandeja sobre una rejilla 5 minutos.
Pasado el tiempo, pasamos las galletas a la rejilla y las dejamos enfriar por completo.
Para conservarlas las guardamos en una caja de lata.