Esté bizcocho os sorprenderá, tiene una miga súper tierna y jugosa, con notas de galletas y leche condensada, una auténtica delicia con un sabor increíble.
Es perfecto para desayunar o merendar, además lo podéis utilizar en la elaboración de tartas a las que les dará un toque exquisito, es muy fácil de elaborar con ingredientes sencillos que podemos encontrar fácilmente y como podéis ver en las fotografías queda espectacular.
Os ánimo a probarlo, porque está extremadamente rico!!!
!!!No os lo podéis perder!!!
(Para un molde de corona de 24 cm)
Ingredientes:
250 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
200 grs. de azúcar.
3 huevos L.
120 ml. de leche entera.
1 Cda. de pasta o extracto de vainilla.
300 grs. de galletas maría.
225 grs. de leche condensada.
2 Cdtas. de levadura química o polvos de hornear.
Una pizca de sal.
Azúcar glas para espolvorear.
Preparación:
Trituramos las galletas en un procesador de alimentos hasta hacerlas polvo (reservamos).
Batimos la mantequilla junto con el azúcar y la pizca de sal a velocidad media, 5 minutos.
Mientras batimos agregamos los huevos de uno en uno (cuando se haya integrado el primero añadiremos el siguiente).
Añadimos la vainilla y batimos hasta integrarla.
Mezclamos la levadura con las galletas trituradas y añadimos a la mezcla en dos veces intercalandola con las dos leches (la leche condesada y la leche entera), batimos a la velocidad más baja que tenga la batidora hasta integrarlas.
Engrasamos el molde, vertemos la masa y le damos unos golpesitos al molde sobre la encimera (protegida con un paño) para asentar la masa, metemos en el horno precalentado a 170° grados, 50 minutos aproximadamente.
Comprobamos que está hecho pinchando con un palito, debe de salir limpio de no ser así, dejamos unos minutos más.
Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla 10 minutos, luego desmoldamos sobre la rejilla y dejamos enfriar por completo.
Una vez frío, lo espolvoreamos con azúcar glas y ya lo tendremos listo para disfrutarlo.