Este bundt cake de yogur con nueces y especias te enamorará por lo fácil y rápido que se prepara y porque queda espectacular.
Es ideal para desayunos y meriendas o para acompañar un café de media tarde, tiene un sabor muy otoñal y una miga tierna y esponjosa, este bizcocho se convertirá en uno de tus favoritos ¡ya lo verás! además de rico si lo haces en un molde como el mio, queda un bizcocho precioso de presencia perfecto para sorprender a familiares y amigos.
Espero que os animéis a prepararlo y os guste tanto como a mí!
(Para un molde de corona de 24 cm)
Ingredientes:
250 grs. de harina de trigo.
2 Cdtas. de levadura química o polvos de hornear.
4 huevos L.
200 grs. de azúcar.
160 ml. de aceite de oliva suave o girasol.
2 yogures griego natural (sin azúcar).
100 grs. de nueces (troceadas).
1 Cdta. de canela en polvo.
¼ Cdta. de jengibre en polvo.
¼ Cdta. de nuez moscada en polvo.
Azúcar glas para espolvorear.
Preparación:
Separamos las claras de las yemas y las batimos hasta montarlas a punto de nieve (reservamos).
Batimos las yemas junto con el azúcar a velocidad media, 3 minutos.
Añadimos el aceite poco a poco mientras batimos hasta integrarlo.
Agregamos los yogures y batimos hasta integrarlos.
Tamizamos la harina junto con la levadura y las especias, añadimos a la mezcla y batimos a la velocidad más baja que tenga la batidora hasta integrarlas.
Agregamos las nueces troceadas y mezclamos con una espátula hasta repartirlas por toda la mezcla.
Añadimos las claras reservadas y las incorporamos (con la espátula) con movimientos suaves y envolventes.
Engrasamos el molde y vertemos la masa, le damos unos golpesitos al molde sobre la encimera (protegida con un paño de cocina) para asentar la masa, metemos en el horno precalentado a 180° grados, 50 minutos aproximadamente.
Comprobamos que esta hecho pinchando con un palito, debe de salir limpio de no ser así, dejamos unos minutos más.
Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla 10 minutos, luego desmoldamos sobre la rejilla y dejamos enfriar por completo.
Una vez frío, lo espolvoreamos con azúcar glas y ya lo tendremos listo para disfrutarlo.
