Llega la Navidad y con ella las galletas de jengibre o gingerbread, ya llevo unos años haciendo estas galletas y me encantan.
Las galletas de jengibre son un clásico de la panadería europea y se comen durante todo el año, sin embargo es en Navidad cuando toman protagonismo, por sus coloridas decoraciones y formas, convirtiéndose en un dulce del que disfrutan grandes y pequeños.
Espero que os animéis a hacerlas y os guste tanto como a mí!
(Salen 24 galletas aproximadamente, según el tamaño del cortador que uses te saldrán más o menos)
Ingredientes:
(Todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente)
400 grs. de harina de trigo.
120 grs. de azúcar moreno o panela.
120 grs. de mantequilla sin sal.
120 grs. de miel de caña o melaza.
1 huevo L.
2 Cdtas. de jengibre en polvo.
1 Cdta. de canela en polvo.
¼ Cdta. de nuez moscada en polvo.
Una pizca de sal.
Un cortador con forma de muñeco de jengibre.
Glasa real para decorar las galletas.
Preparación:
Tamizamos los ingredientes secos y reservamos.
Batimos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar y la pizca de sal a velocidad media, 5 minutos.
Añadimos el huevo y batimos hasta integrarlo.
Agregamos dos cucharadas de la mezcla de los ingredientes secos, batimos hasta integrarlos y seguidamente añadimos la miel de caña o melaza, batimos hasta integrarla.
Por último añadimos los ingredientes secos poco a poco hasta integrarlos (lo batimos a la velocidad más baja que tenga la batidora), (queda una masa bastante pegajosa, pero no os preocupéis, porqué una vez se mete en la nevera endurezce y ya se puede manejar perfectamente).
Dividimos la masa por la mitad y hacemos una bola con cada trozo.
Estiramos las dos bolas entre dos papeles de horno con un grosor aproximadamente de 6 milímetros y metemos en la nevera 2 horas o en el congelador 20 minutos.
Pasado el tiempo retiramos el papel de horno que cubre las masas y las cortamos con un cortador de muñeco de jengibre.
Colocamos las galletas sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear, separadas entre sí unos centímetros.
Unimos los recortes de masa de nuevo, estiramos y cortamos hasta terminar con toda.
Metemos las galletas en la nevera 30 minutos, antes de hornearlas para que no pierdan la forma.
Luego metemos en el horno precalentado a 180° grados, de 10 a 12 minutos, estarán listas cuando se empiecen a dorar ligeramente.
Sacamos del horno y las dejamos reposar en la bandeja 5 minutos, luego las pasamos a una rejilla y dejamos enfriar por completo (si intentáis moverlas en caliente se romperán).
Una vez frías las decoramos con glasa real y las dejamos secar de 2 a 3 horas.
(Se conservan en una caja de metal hasta 3 semanas).