Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, estos rosquitos o rosquillas de flan son ideales para disfrutarlos durante esos días, se trata de una variante riquísima de la receta tradicional que te sorprenderá.
Es una receta muy fácil y sencilla de hacer, quedando unos rosquitos muy tiernos y esponjosos, se llaman rosquitos de flan porque para elaborarlos se usa preparado para hacer flan o natillas, así obtenemos unos exquisitos rosquitos con sabor a flan.
Son perfectos para desayunar, merendar o para presentar en cualquier ocasión para sorprender a nuestra familia o amigos.
Un dulce de cuaresma que no debes de dejar de probar, un bocado dulce que gustará a todos!
(Salen 45 rosquitos aproximadamente, según del tamaño que los hagas te saldrán más o menos)
Ingredientes:
500 grs. de harina de trigo.
2 huevos L.
150 grs. de azúcar.
100 ml. de leche entera.
60 ml. de aceite de oliva suave o girasol.
1 sobre de preparado para flan sin azúcar (32 gramos, yo he usado Potax).
La ralladura de un limón.
8 grs. de levadura química o polvos de hornear.
Una pizca de sal.
Aceite para freír.
Azúcar y canela molida para rebozar los rosquitos.
Preparación:
Mezclamos los huevos junto con el azúcar y la pizca de sal con unas varillas manuales hasta integrarlos.
Añadimos el aceite, la leche y la ralladura de limón, mezclamos hasta integrarlo todo.
Mezclamos la harina junto con la levadura y el preparado para flan y agregamos a la mezcla en dos veces, mezclamos con una cuchara de madera y cuando veamos que ya no podemos, terminamos amasando con las manos hasta integrar toda la harina (queda una masa pegajosa pero manejable, según la harina que uses admitirá más o menos líquidos, si te queda muy pegajosa añade un poco más de harina) tapamos la masa y dejamos reposar 30 minutos a temperatura ambiente.
Pasado el tiempo, nos untamos las manos con aceite, cogemos porciones de masa, las estiramos haciendo un cordón y unimos los extremos apretando ligeramente formando un círculo, vamos dejando los rosquitos sobre papel vegetal para que no se peguen.
Ponemos un perol al fuego con abundante aceite, freímos los rosquitos hasta que se doren por ambos lados.
Los vamos dejando sobre un plato con papel absorbente de cocina para retirar el exceso de aceite.
Mezclamos el azúcar con la canela molida a nuestro gusto, rebozamos los rosquitos por ambos lados y dejamos enfriar por completo.
Una vez fríos, ya los tendremos listos para disfrutarlos.